… a la Zona Cero

“Zona Cero” en el término militar se refiere a un punto en la superficie de la tierra que está directamente por encima o por debajo del centro de una explosión nuclear.  Por lo tanto, la zona cero a menudo se asocia con eventos desastrosos. En la historia reciente de Estados Unidos, “Zona Cero" se identifica con la destrucción del World Trade Center en Nueva York el 11 de septiembre de 2001.  

La semana pasada, en camino a visitar los scholásticos jesuitas que estudian en Nueva York, pasé una mañana en el sitio que alguna vez fue devastador, ahora revitalizado como el Memorial y Amp del 11 de septiembre & Zona Cero. Al salir del metro, me atrajeron inmediatamente el Oculus , un edificio blanco con el nombre que significa “ojos” en latín.  Mientras estaba dentro, me encontré mirando al diseño circular blanco, hipnotizado por cómo se estructuraba el espacio. En un momento, pensé como si estuviera navegando en el vientre de una ballena; al momento siguiente, de pie dentro de un bote gigante; Otro momento más meditando en una de las catedrales inspiradas en Gaudi. Corrientes de luz desde todos los lados de la estructura abierta descendieron sobre el flujo de turistas, viajeros y trabajadores a continuación, que vienen y vienen en varias direcciones, animando el lugar y el infierno...

Al lado del Oculus, el Museo del 11 de septiembre que mostró algunas de las imágenes más horribles de la destrucción, así como los actos heroicos de los respondedores y trabajadores públicos fueron un testimonio de lo que había sucedido. Más abajo, las piscinas de la cascada gemela, fiel a sus diseñadores y rsquo;inspiración para representar el “ausencia hecha visible,” Hizo lágrimas a miembros de la familia afligidos cuyos nombres de queridos se inscribieron en el borde de las piscinas.  En el exterior, el Oculus parecía un pájaro a punto de tomar un vuelo de las manos de un niño, inspirando todo a la esperanza y creer que esta ciudad y su gente se elevarán nuevamente.  

Caminando por el 9/11 Memorial & La Zona Cero realmente fue una experiencia reveladora para mí. Todavía estoy asombrado de cómo todos los artistas e ingenieros han creado este espacio para que las personas encuentren esperanza en tiempo de desolación, que encuentren la vida en medio de la muerte.   visitar el monumento me ha trasladado al espíritu de la temporada de Cuaresma, donde todos los cristianos somos llamados a cada uno de nuestros propios Zona Cero, para volver a entrar en el vientre de la soledad, para volver a examinar nuestras propias tendencias destructivas, llorar por nuestro dolor, llorar nuestras pérdidas, para levantar nuestros corazones y almas hacia un futuro en la resurrección.  

por el director de OIS Hung Pham, SJ

Nueva York, 02/21